El ser humano es curioso por naturaleza, sentimos especial atracción por lo nuevo, mostramos interés, prestamos atención, nos preguntamos acerca de su función y creamos experiencias en torno a ello.
Cuando un niño se encuentra ante una situación, objeto o contenido, que llama su atención -por tanto- que despierta su curiosidad natural, comenzará a realizarse preguntas, a investigar e interactuar, generando un aprendizaje activo y significativo que enriquece su autonomía, la reflexión y el pensamiento autónomo.
Sí, todo esto ocurre cuando un niño curioso se encuentra algo que activa su interés.
Pero, ¿Cómo es que esto sucede?
Cuando estamos ante una situación que despierta nuestra curiosidad, se aumenta en el sistema nervioso el neurotransmisor llamado dopamina (encargada de aumentar el placer).
Cuando la dopamina se eleva hay curiosidad y cuando hay curiosidad interviene la memoria, el interés y una mejor observación; que, en cuestiones de aprendizaje, se traduciría como la recuperación más vivencial de un determinado tema de interés.
Las situaciones novedosas contribuyen a que se procese información cognitiva, de modo que, para que se dé el aprendizaje es necesaria la motivación, siendo a partir de esta que la información despertará nuestro interés, el cual nos hará prestar atención y estimulará nuestras ganas por encontrar una respuesta.
Cuando esta respuesta llega, tenemos un sentimiento de gratificación y de aprendizaje efectivo que nos motiva a querer seguir aprendiendo.
La curiosidad aunada al interés, incita a la memorización.
El cerebro entra en un estado que le permite aprender y retener la información no solo del contenido expuesto sino de detalles que lo rodean (por ejemplo la música que se escuchaba, el olor o la dinámica que se hacia)
Para poder entender con mayor facilidad lo innato e importante de la curiosidad en el desarrollo y el aprendizaje infantil, te invito a que pienses en un bebé de pocos meses.
Recuerda cómo son sus acciones espontáneas e involuntarias a través de los movimientos que le ayudan a conocer su medio.
Estos movimientos, paulatinamente crean formas complejas de aprendizaje que han surgido de la curiosidad y la exploración perceptual (ver, sentir, escuchar, oler) a través de estas actividades recopila información nueva proveniente del medio.
Solamente mira a tu hijo o recuerda sus primeros meses/años, cómo es (era) su capacidad de asombro, cuántas veces abrió el mismo cajón, cómo se sorprendió cuando descubrió algo debajo del sillón o cuándo miro todo al revés mientras estaba acostado, la cara qué hizo cuando tocó una textura diferente…
Toda esta información sensorial es su forma de conocer, comprender, entender e incluso controlar su mundo. Cuando estas experiencias (sensoriales) se viven de manera cotidiana se da una jerarquización en el sistema nervioso (un ejemplo de esta sería el lenguaje).
Como ya se mencionó, en la infancia, los estímulos perceptuales juegan un papel fundamental en la organización y estructuración cognitiva del cerebro.
Esta apropiación constante de aprendizajes es lo que se conoce como neuroplasticidad (reconstrucción del cerebro ante las nuevas experiencias que se tienen con el medio).
Hoy se sabe que las experiencias a temprana edad permean de manera más duradera al sistema nervioso, por eso es que escuchamos con frecuencia acerca de la importancia del aprendizaje en los primeros años.
El cerebro infantil se desarrolla a través de la exploración y experimentación, que en conjunto conforman la curiosidad.
Entonces, ¿El curioso aprende más y mejor?
Sí. La curiosidad es un elemento imprescindible en el desarrollo cognitivo.
Ya mencionaba antes que la curiosidad aumenta la motivación y la motivación determina en gran mucha medida al aprendizaje.
Por eso es tan importante despertar – mantener viva la curiosidad en los niños ya que esto influirá en los aprendizajes adquiridos.
Piensa en la curiosidad como la ventana al descubrimiento, al asomarnos esta la investigación y la experimentación que se da a través de la interacción, factores que se mantienen por la motivación y que permiten que el aprendizaje significativo se dé con mayor facilidad.
Cuando se permite la curiosidad libre se da de manera conjunta la exploración y el conocimiento.
La diferencia entre una motivación interior – libre, con aquella que se promueve basada en recompensas, es la duración e interiorización de la experiencia.
En la primera, existe una autentica curiosidad basada en los intereses personales y la otra en los intereses externos y condicionados.
Y así, llegamos a la educación tradicional
En la educación tradicional se ha dejado un poco de lado el factor de exploración, de sorpresa y de libertad para descubrir.
Al considerar al adulto como el personaje con mayor conocimiento dentro del espacio educativo, es quien determina el cuándo y cómo impartir el conocimiento.
Este modelo educativo disminuye la posibilidad de preguntar y expresar los pensamientos sobre las cosas que nos causan curiosidad a nuestro alrededor.
La propuesta educativa actual sugiere al adulto como un mediador en el aprendizaje, como un ser que también es aprendiz y por tanto también explorador.
Es alguien dispuesto a sorprenderse y a aprender.
Cuando esto sucede en un entorno educativo, se generan experiencias inesperadas, debido a que la participación conjunta entre adulto y el niño propician la creatividad y la curiosidad de una manera colaborativa.
Para hablar de innovación educativa se requiere de la participación activa, curiosa y creativa de todos los participantes.
Esta propuesta también requiere del error, como una parte sustancial, ya que al descubrirlo brinda un mayor entendimiento a la experiencia de aprendizaje profundo.
¿Cómo ser un adulto qué propicia la creatividad?
¿se puede ser una familia que propicia la creatividad?
Un adulto curioso es aquel que busca aprender, se interesa por nuevos temas y se mantiene intelectualmente activo.
Puedes intentar por aprender a tocar ese instrumento que siempre te gustó o leer ese libro que tienes cerrado desde la navidad.
En palabras de Salvador Paniker: Para permanecer jóvenes tenemos que estar permanentemente en un estado de curiosidad intelectual.
Ahora sabemos que los adultos también hemos de alimentar nuestra curiosidad e interés por aprender, seremos adultos curiosos para poder transmitirla.
Basado en esto no podemos hablar solamente niños curiosos, sino de entornos curiosos ya que todos jugamos un papel importante.
El adulto transformará la curiosidad en una experiencia de aprendizaje.
A partir de un elemento que despierta la curiosidad guiaremos y expandiremos el interés mediante la investigación, la exploración y la recuperación de experiencias previas, de esta forma crearemos un significado a este nuevo aprendizaje ante el cual nos enfrentamos.
Las familias curiosas, son aquellas que buscan tener nuevas experiencias, que propician actividades novedosas que rompen con la rutina, que incitan a los cuestionamientos y que permiten la libre expresión de ideas.
Estos factores favorecen el diálogo al permitir la exposición de las diferentes perspectivas de quienes en ella participan.
¡Me encanta! ¿Cómo lo hago?
A lo largo de todo el texto te he hablado acerca de la importancia de la creatividad en la educación infantil pero sobre todo de la influencia que esta tiene en el desarrollo cognitivo de nuestros hijos, seguramente si llegaste hasta aquí es porque el tema te ha parecido interesante y deseas saber cómo poder aplicarlo a la vida diaria.
Las siguientes son unas sugerencias para incentivar la curiosidad en el aprendizaje que te serán muy útiles sí eres mamá, papá, maestro o cuidador.
- Propicia las preguntas no solo del adulto al niño, sino también entre los niños. Utiliza aquellas del tipo ¿Qué pasaría si? o ¿Qué tal qué? las preguntas y la forma en la que las realizan, nos da información valiosa acerca del pensamiento, de cómo están interpretando la información y cuáles son sus inquietudes más importantes
- Aprovechemos la curiosidad innata y la capacidad de asombro infantil: A partir de una curiosidad en tu hijo (algo que le interese particularmente) identifica aquellas cosas sobre las que le gustaría saber más, puedes hacerlo mediante preguntas y descubrimientos que los acerquen a la reflexión.
- ¡Cambia tu actitud! Ahora eres aprendiz, creativo y mediador
- Estimula la metacognición. Es decir la capacidad de pensar sobre lo pensado, por ejemplo describir los procesos mediante los cuales está desarrollando una actividad.
- Date tiempo suficiente para observar como procesa la información, como funciona su capacidad de apropiación de aprendizaje. Ten paciencia. Ir rápido y con prisa no es buena idea.
El verdadero aprendizaje se da desde la reflexión, la práctica y la interiorización; para eso se requiere de tiempo…
- Da prioridad a la exploración y al proceso de aprendizaje. El cerebro retiene mayormente los contenidos que son utilizados de manera constante, aquellos en los que el proceso ha sido interiorizado mediante una experiencia positiva y frecuente.
10 actividades con las que puedes despertar la curiosidad:
- Propón una actividad fuera de la rutina, algo que pueda causar sorpresa. Por ejemplo ir a una obra de teatro, asistir a la danza o un juego nuevo, por ejemplo, una serie de pistas para encontrar una sorpresa.
- Incluye frases que impliquen sorpresa ¡adivina que haremos hoy! ¿Quién crees que vendrá hoy por la tarde?
- Despierta su interés expresando ideas y opiniones sobre algún tema de interés conjunto.
- Imaginen juntos como pueden aplicar algún conocimiento adquirido a la vida cotidiana.
- Realicen una serie de entrevistas o encuestas para saber más sobre algún tema.
- Relacionen la información que tienen con algo que les es familiar.
- Háganse preguntas que desafíen su pensamiento.
- Jueguen cosas sobre un tema determinado, actúenlo, hagan una canción, nombren una receta, etc.
- Realicen alguna actividad en la que puedan obtener una respuesta sorprendente y positiva. Por ejemplo, los experimentos son buena motivación para mantener el interés.
- Organicen juntos los pasos necesarios para alcanzar un objetivo ¿Qué tenemos que hacer para?, ¿Cómo tenemos que hacer para?
En conclusión, nos ayudaremos de su innata curiosidad, de su alegría, de sus ganas de jugar y de su increíble capacidad de asombro.
Crearemos las condiciones necesarias para mantener presente la curiosidad y la motivación mediante espacios activos de aprendizaje significativo e interiorizado.
A través de las preguntas generaremos hipótesis para encontrar respuestas mediante acción, investigación, exploración, que generarán nuevas preguntas y nuevas estrategias de aprendizaje. Usa sus preguntas para identificar intereses y forma de pensamiento.
Aplicando estas estrategias frecuentemente, se forman hábitos mentales que generan aprendizaje.
Para terminar ¿Qué conseguiremos estimulando la creatividad?
- Impulsar las habilidades mediante la exploración, la imaginación y la motivación intrínseca.
- Favorecer las capacidades innatas y el aprendizaje significativo.
- Libertad para identificar intereses
- Adecuado andamiaje
- Las actividades basadas en la curiosidad son una gran oportunidad para plantear preguntas que los niños retendrán, propiciando que la atención sé dé de forma natural y con este interés se involucren en el conocimiento que se quiere transmitir.
Millones de gracias por tu lectura, espero te sea de utilidad esta información.
Ayúdame compartiendo para que llegue a muchas familias.
Hagamos juntos el cambio por una educación inclusiva, pensada en los niños y en sus intereses.
Hasta pronto
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