Cuando tomamos la decisión de que nuestro hijo inicie terapia, es importante considerar que es un compromiso familiar y que formaremos un equipo (terapia + familia) por el bien de nuestro hijo.
Solo así veremos el éxito en el tratamiento.
Mi hijo va a terapia ¿cómo sé que funcionará?
Cuando un niño inicia un proceso terapéutico, significa que requiere atención específica en cualquiera que sea el área.
=Lectura recomendada: 5 acciones rápidas=
Decidirse a iniciarla no es cosa fácil ¿Porqué es tan difícil?
Las respuestas pueden ser distintas dependiendo la situación familiar e influyen muchas variables también: economía, tiempo, negación…
Si te han dicho que tu hijo requiere de una terapia, considera lo siguiente:
¿lo harás porque te lo han solicitado? o bien, porque tú también crees que es necesario.
Este planteamiento pareciera no tener ningún tras fondo, sin embargo, tiene la respuesta del tratamiento implícito.
Ya te platicaba en Instinto de mamá, que a veces pareciera que tenemos un sexto sentido que nos dice que algo no anda del todo bien, pero también llega a suceder que la noticia nos toma muy de sorpresa y es ahí cuando en nuestro papel de madres, debemos reflexionar el rol que queremos asumir ante la terapia.
¿En realidad estamos convencidas de que asista?
¿Le hace falta?
¿Me gusta la terapeuta?
Encontrar al profesional indicado (en este caso el terapeuta) es como encontrar escuela, nos tiene que gustar, tenemos que hacer click con ella.
Si te sientes cómoda tú, ves que tu hijo va contento y el terapeuta se muestra interesado en el desarrollo de tu hijo: Es el lugar indicado.
No es necesario un gran centro, un consultorio precioso. Lo que importa aquí es cómo el o la terapeuta trabajará con tú hijo.
Es cierto que la terapia implica mucho esfuerzo familiar:
- Ir una, dos o tres veces por semana,
- Esperar a que pase la hora de la terapia,
- Un nuevo gasto a la familia,
- Modifica la rutina semanal
Y además implica…
Disciplina, constancia y paciencia
Solo así podremos ver que nuestro esfuerzo ha valido la pena
Pero también ser perseverantes en la terapia te dará muchas satisfacciones:
- Verás cómo tu hijo incrementa su autoestima
- Socializa mejor
- Tu hijo está más motivado hacia el estudio y las actividades diarias en general
- Disminuye tu ansiedad y te sientes acompañada
- La familia se vuelve un equipo, todos quieren ayudar y participan en el desarrollo de las habilidades del niño
- El entorno inmediato se muestra interesado y motivado
Pero además:
- Se revelan nuevas capacidades en los integrantes de la familia:
- El niño descubre en él muchas cosas que creía que no podía hacer,
- Tú como mamá descubres que haces nuevas cosas, planeas actividades que lo estimulan, integras el aprendizaje a nuevas actividades
- Tu pareja, los hermanos y los familiares cercanos participan activamente en las recomendaciones que les haces
La terapia como cualquier otra cosa requiere que estemos presentes, que participemos activamente en casa, reforzando lo trabajado y reconociendo los logros del niño cada vez que se presenten.
Si la familia participa activamente, formando un equipo de trabajo con el terapeuta e involucrandose: la terapia será fructífera.
¿Cómo saber que la terapia funciona?
Si la terapeuta te da sugerencias para trabajar en casa y reforzar lo visto en terapia, si se muestra interesado en los pormenores del niño –aun con los no relacionados al motivo de terapia- si busca nuevas estrategias para que el niño aprenda de forma vivencial y activa.
Si el niño va contento, ve que su esfuerzo es reconocido por ambas partes, se siente satisfecho con sus logros y ves que se esfuerza por alcanzar los objetivos planteados.
¡Felicidades has logrado la perfecta combinación para que el esfuerzo conjunto de frutos!
Nuria dice
A veces no sabes si funcionará, pero es necesario arriesgarse.
mimamadice dice
Nuria, tienes toda la razón, es necesario aventurarse. Pero si hay compromiso de ambos lados se esta del otro lado, te lo digo por experiencia.
gracias por comentar, es un gusto tenerte por aquí 🙂