Las regletas son un material muy generoso, que brinda la oportunidad de desarrollar habilidades matemáticas desde muy temprana edad, a partir del juego, la manipulación y la experimentación.
Lo mío es trabajar con pequeñitos de edad preescolar; lo hago a forma de “estimulación”, ya que creo que ir un paso adelante nos ayuda a que nuestro hijo no tenga problemas, en un futuro, para adquirir conceptos complejos, ya que conoce y ha interiorizado las bases.
Así, al presentarle nuevos retos, hará lo mismo que ha hecho siempre: experimentar, comparar, jugar e imaginar.
Yo no sé cuántos como yo siguen pensando las fracciones a partir de un pastel y eso quiere decir que mi aprendizaje se remonta a sus orígenes, de cuando algo me lleno de significado y lo comprobé con algo que pude manipular.
Así son –o deberían de ser- las matemáticas, conjuntos de experiencias significativas a las que les encontramos un uso útil y podemos traspasar de un evento a otro/de un conocimiento a otro. No podemos multiplicar sin saber sumar, ni sumar si no sabemos agrupar y para agrupar tenemos que tener muchos “cositos” con los cuales jugar.
Para quienes aún no las conocen, las regletas son un conjunto de tablitas rectangulares –originalmente de madera, ahora también de plástico- de 10 colores y tamaños diferentes.
La base de todas es de 1cm de lado y la altura es de 1 hasta 10 cm.
Cada regleta representa un número del 1 al 10 (que coincide con su longitud, en cm.) Es importante que las regletas no estén marcadas.
=Lectura recomendada: Aprendiendo con las Regletas de Cuisenaire ebook=
Rápidamente les cuento que su creador, Emile George Cuisenaire (1891-1976) maestro rural y músico, propone que el niño debe aprender por medio de la acción, ya que al experimentar aprende a relacionar, puede autocorregirse y aprende de su propia experiencia.
Descubrió además, que los niños al usar el material adquirían gran capacidad para la aritmética -se confirmó después en 60 países- por tanto, su idea sobre la enseñanza activa se resume en:
“La visión se asocia a la acción, la comprensión, el cálculo, y la comprobación”
Ahora, ¿qué conseguimos si usamos las regletas?
Con este material se pueden conseguir los siguientes objetivos:
- Asociar la longitud con el color (igual color igual longitud)
- Establecer equivalencias: cada regleta representa un número y cada número corresponde a una regleta
- Relación entre números: como base el 1, cada número es igual al anterior +1
- Comprobación: relación de inclusión en la serie numérica (en cada número están incluidos los anteriores)
- Relaciones “mayor que”, “menor que” e “igual” a partir de la comparación de longitud
- Composición/ descomposición de números
- Agrupación
- Las 4 operaciones básicas de forma manipulativa
- Nociones básicas de números fraccionarios
- Aprendizaje intuitivo de multiplicación y división (a partir de sumandos iguales y repartos)
Las puedes comenzar a utilizar desde los tres años, su uso es también eficaz para niños con problemas de aprendizaje, con discapacidad auditiva y aquellos que tienen complicaciones para adquirir conceptos matemáticos, de forma que se realiza una re educación de conceptos.
Esta ocasión me centraré en como presentarlas por primera vez con los más pequeños y cómo puedes usarlas para despertar interés en ellas.
Mediante el Juego libre,
Presentaremos las regletas para que las manipulen, vean los colores, tamaño y diferencias de peso. Haremos trenes, torres y figuras, cada vez con más regletas.
Nota: No importando la edad o necesidad específica del niño, debemos dejar que se familiarice con las regletas.
Agruparán por tamaños y por colores, después iniciamos con escaleras ascendentes y descendentes:
Estas actividades se pueden trabajar individualmente, en parejas y en equipos no mayores a 6 niños.
Cuando hemos visto que el material ha sido reconocido por los niños comenzamos con el concepto del número 1. Iniciamos presentando la regleta blanca y le ayudamos a buscar la siguiente en orden creciente, añadiendo otra blanca y comparándola con la del número correspondiente:
Otras ideas útiles para interiorizar el conocimiento es hacer ejercicios de mesa (en papel) para que de esta forma los niños se vayan habituando a los que se realizan comúnmente en las escuelas; por ejemplo, cuando se trabajan los colores, pueden relacionar un manchón en papel con determinada regleta, o bien repasar la silueta de cada una, relacionarla con la regleta y después colorearla (asociación visual). También inventar juegos como poner una de cada una en una bolsa oscura y con los ojos cerrados meter la mano y adivinar cuál es. Podemos hacer casi cualquier cosa con este material, aún sin conocimientos previos podemos crear muchas actividades que favorezcan el aprendizaje
NOTA: Este post que escribí, se publicó originalmente en el blog Aprender con Alas.
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