¡yei! Mes de vacaciones, calor y cambio de ritmo.
Leer es parte de nuestra vida, sin darnos cuenta es una actividad que realizamos todo el tiempo. De manera permanente estamos en contacto con mensajes escritos que nos transmiten información, de ahí que la lectoescritura sea uno de los aprendizajes a los cuales prestar más atención.
Este mes, como es tiempo de vacaciones, aprovecharemos las oportunidades y los espacios en los que el niño se desarrolla y está en contacto con experiencias nuevas, objetos y personas, utilizaremos las actividades cotidianas para propiciar aprendizaje significativo en beneficio de la lectoescritura.
Los niños –y todos- integramos mejor el aprendizaje, cuando se vincula a una experiencia agradable y significativa (no es casualidad que el juego deba ser uno de los elementos básicos en cualquier planeación educativa que pretenda ser significativa)
Estas actividades han de ser aquellas que se relacionan con:
Su vida diaria: sus vivencias, su entorno inmediato
Su realidad: las cosas habituales que le suceden, sus emociones, sus seres queridos
Sus intereses: deportes, juguetes, temas específicos de interés
Ahora bien, ¿cómo aprovechar las vacaciones?
¿Cuáles podrían ser esas actividades?
Actividades de lectoescritura en vacaciones
- Si sales de paseo puedes mostrar la simbología y su significado, aprovecha los letreros de las carreteras, la señalización de la estación de autobuses o la del aeropuerto.
Leer las indicaciones para abrocharse el cinturón, los letreros de “en caso de” (temblor, incendio)
Explícale las imágenes y pide que te las repita.
Sigan la secuencia y haz hincapié en cómo van de derecha a izquierda ¡igual que los libros!
- Durante el viaje, no olvides llevar una maleta de cosas que puedan entretenerlo. Dales nuevos usos a los juegos normales.
Por ejemplo, si tu hijo ya muestra interés por los sonidos de las letras, pueden identificar tarjetas de memoria que inician con determinados sonidos, agruparlos en todos los que empiezan con mi letra, los que empiezan con la letra de mamá, etc.
- Lleven un diario de viaje, no olvides un cuaderno y una bolsa con todo lo necesario para poder llevar un registro de lo que hacen, esta actividad la pueden realizar en cualquier momento y al termino de las vacaciones será un lindo recuerdo de todo lo que hicieron. Invítalo a escribir lo que quiera debajo del dibujo, ayúdalo –si es tu caso- a escribir oraciones descriptivas, puedes pedirle que él te dicte lo que quiere que diga su imagen.
- Envíen una carta por correo postal, en cualquier ciudad a la que vayan encontrarán un buzón y postales representativas. Compra un par, escriban mensajes breves y elijan al destinatario, procura que sea alguien importante para ustedes como los abuelos o un tío. Alguien que se emocione por recibir una carta de tu hijo y que llegado el momento se la pueda enseñar, este simple acto motivará muchísimo a tu hijo. La otra postal, te recomiendo que la envíen a tu casa, varios días después de llegar a casa recibiremos la postal y tu hijo se emocionara mucho de recibir este mensaje desde tan lejos.
Intégrenlo a su diario de viaje.
- Si han ido a un destino turístico que rompe con toda la rutina, este lugar es ideal para hacer una gran recopilación de recuerdos, pueden buscar conchas, piedras, hojas distintivas de la localidad, identificar la comida típica e incluso la vestimenta de esa región.
- Al regresar a casa, tomate una tarde para hablar de las cosas que más les gustaron, qué y cuáles disfrutaron más. Incluyan todo lo que crean conveniente en su bitácora de viaje y consérvala, seguro será un muy buen recuerdo pasados los años.
Si tus vacaciones no están pensadas para salir de la ciudad, ¡no te preocupes!, también puedes realizar muchas actividades que resulten significativas para el aprendizaje de tu hijo.
Actividades de lectoescritura para vacaciones en casa
Piensa en alguna actividad en la que puedan romper la rutina, pueden hacer un pastel o postre (existen recetas que no requieren horno ni muchos ingredientes), planea una visita al zoológico, a una reserva natural o parque que no frecuentan mucho.
- Si te decides por actividades de casa, pueden anticiparlas planeando por escrito lo que harán
Por ejemplo, si te decides por hacer un postre de limón, hagan juntos la lista de compras, si tu hijo es mayor puede escribir todo lo que necesitan o bien hacerlo con dibujos. Vayan juntos al supermercado, pídele que te ayude a identificar lo que necesitan. Vístanse listos para ensuciarse y para disfrutar un rato agradable, escriban unos carteles con los integrantes de la familia y pongan uno a cada porción.
- Si te decides por un paseo al zoológico, las oportunidades de aprendizaje son muchísimas, puedes hablar de los diferentes climas, ecosistemas, animales, tamaños, alimentación. Uffff no por nada es uno de los paseos favoritos de los niños. Al regresar a casa pueden buscar imágenes en internet de aquellos animales que más les gustaron, pueden recortar imágenes y ¿Por qué no? Hacer un cartel de este día especial.
- Las reservas y parques nacionales, son una excelente oportunidad para utilizar todos nuestros sentidos y convertir nuestro paseo en una gran experiencia sensorial. Escuchar el canto de las aves, el sonido del agua, correr descalzos, comer en el pasto, rodarnos cuesta abajo y jugar a la pelota. Muchos sitios como estos cuentan además con espacios para andar en bicicleta, remar, o patinar. En otros puedes encontrar clases de yoga, manualidades, etc.
Seguro que después de un paseo, querrán volver una y otra vez.
Así que ¡a disfrutar la vacaciones!
Un abrazo y seguimos con el reto 12 meses, 12 libros o más.