El trastorno de procesamiento auditivo CAPD (por sus siglas en inglés) se refiere a la dificultad en cómo el cerebro reconoce e interpreta los sonidos, en particular los del habla.
En la mayor parte de los casos se desconoce su causa y origen, debido a que no se logra detectar un problema en el sistema auditivo central.
La falta de diagnóstico precoz, puede derivar en problemas de aprendizaje, por ello es muy importante diferenciar el trastorno del procesamiento auditivo con retraso de habla y lenguaje, trastorno por déficit de atención o dificultades del aprendizaje.
Quienes presentan este trastorno, oyen los sonidos de manera normal, la dificultad se presenta al no reconocer/entender las diferencias específicas entre los sonidos dentro de las palabras causando confusión y poco entendimiento.
=Lectura recomendada: Percepción auditiva: todas las áreas=
No se relaciona al volumen, pero si tiene que ver con la calidad/ cantidad de ruido en el espacio, por ejemplo, lugares ruidosos como al estar en una fiesta, un restaurante o bien, en el salón de clases.
Cómo saber si se presenta un trastorno de procesamiento auditivo
Diagnóstico y especialista
El especialista encargado de realizar el diagnóstico será un audiólogo quien realizará una serie de pruebas en una habitación con aislamiento acústico.
Este tipo de pruebas suele realizarse a pequeños alrededor de los 7 años, coincidiendo con el inicio de la escolarización primaria.
Existen pruebas electrofisiológicas (electrodos) que evalúan la respuesta al habla en menores de 7 años.
Para medir la respuesta auditiva del tallo cerebral se utilizan electrodos que registran la actividad cerebral en respuesta al sonido. Evalúa las vías nerviosas.
Los resultados en menores de 7 años suelen ser ambiguos por lo que se complementa el resultado con pruebas en las que se le solicita al pequeño que escuche una variedad de sonidos y de la respuesta solicitada.
Las áreas a evaluar buscan respuestas a la audición básica en ambos oídos: localizar, discriminar, distinguir sonidos que compiten o en ambientes de “mala calidad”
Algunas de las pruebas específicas que se utilizan para el diagnóstico del trastorno de procesamiento auditivo son: figura – fondo auditivo, cierre auditivo, escucha dicótica, procesamiento temporal e interacción binaural.
Pruebas e implicaciones
Figura fondo auditivo. Se observa la dificultad presentada para entender el habla en ambientes con ruidos ambientales como salón de clases o actividades al aire libre.
Cierre auditivo: Se refiere a la capacidad para completar “espacios” dentro de un mensaje, por ejemplo, con personas que hablan de manera rápida o monótona. Se observa dificultad para dar sentido a los sonidos y palabras.
escucha dicótica: Habilidad para entender dos palabras al mismo tiempo, por ejemplo, cuando el maestro explica a la clase pero hay otras voces, el niño entiende sólo a uno de los que hablan.
Procesamiento temporal: es el reconocimiento específico para identificar diferencias entre tono y entonación (preguntar vs ordenar) así como para entender acertijos, inferencias, adivinanzas, chistes, bromas.
Interacción binaural. la capacidad para identificar de qué lado vienen los sonidos, poder ubicarlos espacialmente
Importancia del equipo multidisciplinario
Dependiendo de los resultados y dificultades específicas, el audiólogo sugerirá las estrategias más útiles para cada caso en particular.
A través de las acciones conjuntas entre especialistas – casa – escuela, las infancias diagnosticadas con trastorno del procesamiento auditivo pueden desarrollar habilidades de escucha conforme se va madurando el sistema auditivo.
Tanto la escucha como el desarrollo de vías auditivas se da hasta los 14 años.
En la intervención se pueden realizar estrategias como:
-Adaptaciones físicas en el entorno, con el objetivo de optimizar el acceso al habla, reduciendo las interferencias, murmullos de fondo, distracciones sonoras o visuales así como la mala acústica del aula, para estos casos se sugiere sistema de micrófono (antes sistema FM) Que enfatiza la voz del hablante sobre el ruido de fondo, de manera que la voz se hace más clara para mejorar el entendimiento. El hablante lleva un pequeño micrófono transmisor que envía una señal al receptor (puede ser al oído o a un altavoz)
Se solicita al maestro hablar más despacio,con claridad y sentar al pequeño en un lugar donde lo pueda ver y oír con más facilidad
El terapeuta de lenguaje – logopedia, ayudará con el déficit lingüístico, así como con la evaluación e intervención de los problemas de habla y lenguaje
Otros especialistas involucrados dependiendo de las necesidades específicas pueden ser:
Psicoterapia, musicoterapia, terapia ocupacional, terapia sensorial, otorrinolaringologo o neurólogo
=Lectura recomendada: Desarrollo de la conciencia fonológica=
Ideas para casa:
el desarrollo de habilidades e implementación de estrategias debe ser considerado como un proceso de aprendizaje que conlleva tiempo y esfuerzo,cada persona las irá integrando a su propio ritmo, por lo que es necesario tener paciencia, ser perseverantes, comprensivos y reinventar las imágenes y actividades que le faciliten el acceso. Es un proceso de ensayo y mejoramiento de estrategias continuo.
En la escuela
Una vez obtenido el diagnóstico de trastorno del procesamiento auditivo es importante comunicarlo a la escuela, informar sobre qué es, cómo puede afectar el aprendizaje y las repercusiones socioemocionales que este conlleva.
en la escuela puede ser de utilidad:
Emocionalmente, es importante fortalecer la actitud positiva y realista en el pequeño, beneficiando su autoestima , explicar los síntomas y promover que las personas que lo rodean pueden ayudarle a desarrollar mejor sus habilidades.
=Lectura recomendada: El telefóno susurrante=
El tratamiento para el trastorno de procesamiento auditivo requiere de un equipo multidisciplinario que en conjunto, ayude a desarrollar mediante estrategias específicas las habilidades necesarias en la infancia que beneficien la adquisición de aprendizajes y desarrollo integral.
Es importante recordar la importancia de la intervención temprana, el diagnóstico y los profesionales involucrados en este caso,con el fin de que los déficits no deriven en problemas de lenguaje, aprendizaje y/o emocionales.
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