La lectura nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en mundos, personas y costumbres tan lejanas como nuestra propia curiosidad nos lleve.
Leer es una ventana al aprendizaje.
Sabemos de su importancia y la repercusión que tiene para la adquisición de aprendizajes complejos a lo largo de nuestra vida académica y social.
La competencia lectora, de acuerdo a la definición de PISA (2000) es:
“La capacidad de construir, atribuir valores y reflexionar a partir del significado de lo que se lee en una amplia gama de tipos de texto, continuos y discontinuos, asociados comúnmente con las distintas situaciones que pueden darse tanto dentro como fuera del centro educativo”.
En otras palabras, es necesario que la información que leemos la podamos integrar y relacionar a experiencias previas, para así poder integrarla de manera significativa.
Leer rápido y fluido, no asegura que tengamos comprensión.
En la práctica diaria, es frecuente observar que muchos niños son derivados a terapia porque no logran identificar palabras clave, no realizan una secuencia de instrucciones escritas o bien, no comprenden el contenido de un texto.
Por ejemplo, para responder un examen, realizar ejercicios en un libro de manera autónoma o bien para explicarnos de que se ha tratado la lectura recientemente leída.
Es en este tipo de actividades, donde podemos ver las habilidades de comprensión lectora que presenta un individuo.
¿Qué necesitamos para tener competencia lectora?
Para poder comprender una lectura, es necesario que se desarrolle previamente la fluidez y la velocidad, para que se puedan mantener en la memoria de trabajo, los elementos que ayudarán a darle sentido a una oración. Posteriormente esta información pasará a la memoria a largo plazo, donde se relacionará a los conocimientos previamente adquiridos.
>>Estas acciones se activan en la memoria de trabajo, en la que se procesa la información, construyendo relaciones e integrándola a la memoria a largo plazo<<
Para desarrollar la competencia lectora es necesario tener adecuada velocidad, fluidez y comprensión.
¿Cómo saber que tanta competencia lectora está presente?
La competencia lectora será determinada, tras la observación de los tres elementos ya mencionados: velocidad, fluidez y comprensión.
La Secretaria de Educación Pública (México) ha desarrollado pautas de observación para cada uno de estos, con las cuales se pueden identificar las habilidades actuales de competencia lectora.
Tras la observación e identificación, se podrá determinar si el niño requiere de apoyo.
Al saber el siguiente paso de adquisición, los mediadores de aprendizaje podrán trabajar de manera personalizada en las habilidades necesarias para que el niño desarrolle una mejor competencia lectora.
*Te recomiendo ver el tablero de Pinterest donde encontrarás todas las imágenes *
Velocidad lectora. Se observará cuantas palabras por minuto lee (por grado)
Registrar el tiempo en segundos, dividir el numero de palabras entre el numero de segundos y multiplicar por 69 para obtener el total de palabras leídas por minuto.
Fluidez lectora. Indicadores aplicables a todos los lectores de primaria y secundaria. Dividido en niveles que muestran las habilidades esperadas, avanzadas y aquellas que requieren de apoyo.
Escuchar el ritmo, la continuidad y la entonación de la lectura oral.
Comprensión lectora, se pide que el niño nos cuente la historia, con sus propias palabras.
La adecuada competencia lectora, permite al niño tener las herramientas necesarias para ampliar tanto los conocimientos como las habilidades requeridas en otras áreas. De manera tal, que se ven favorecidas nuevas oportunidades de aprendizaje a lo largo de su vida.
=Te recomiendo la lectura de Comprensión lectora en los niños=
¿Cómo podemos desarrollar la competencia lectora en los niños?
Promover el desarrollo de las habilidades lectoras en los niños les beneficiara en:
- Incrementar la capacidad de observación, atención y concentración.
- Mejorar su expresión verbal, incrementar vocabulario, mejorar la ortografía y tener un lenguaje fluido.
- Contribuye a una mejor expresión de pensamientos autónomos
- Estimula la curiosidad y la creatividad, permitiendo conocer lugares, costumbres y personas lejanas en tiempo y espacio.
- Desarrolla la capacidad de análisis.
No olvidemos que la competencia lectora se encuentra presente en todas las actividades en las que se requiere que el niño asimile información (localizar información, deducciones, identificación de elementos y significados, uso del conocimiento previo) ya sea que esta provenga de la lectura de artículos, ejercicios, instrucciones, exámenes, indicaciones, etc.
Por tanto, la observación continua, así como la identificación temprana, permiten que se realicen acciones oportunas –y personalizadas- que ayuden al desarrollo de habilidades, mediante estrategias que permitan desarrollar esta competencia.
Espero que esta información te sea de mucha utilidad, si es así, por favor comparte.
Iracema Bautista dice
Que maravilloso blog muchas gracias por compartir
mimamadice dice
hola Iracema ¡Muchas gracias por tu comentario!
Ojalá te sea de utilidad lo que aquí se comparte 🙂
Un abrazo, Deheni