Para saber cómo apoyar a los niños con dislexia en casa y en la escuela hemos de saber con la mayor certeza posible qué y cuáles cosas son en las que no hemos de concentrar.
De esta forma las acciones conjuntas serán acorde a sus necesidades y servirán de estrategia para que el niño las pueda integrar a su vida cotidiana.
Para ello es necesario realizar una evaluación psicodiagnóstica con un especialista.
Esta se realizará a través de la aplicación de pruebas específicas de lenguaje, lectura, escritura y habilidades cognoscitivas que, en conjunto, nos ayudaran tanto para confirmar el diagnóstico como para identificar las acciones a realizar para un adecuado tratamiento.
Los resultados de la evaluación psicodiagnóstica y por tanto del diagnóstico dependerán de:
- La edad. Tanto la selección de pruebas, como de las acciones a implementar.
En el caso de los niños en edad preescolar, se podrán observar indicadores de posible dislexia y las acciones se centrarán a intervención temprana.
En niños de edad escolar avanzada (grados altos de primaria e incluso secundaria) las pruebas de evaluación hacen más fácil la identificación de rasgos disléxicos.
Las acciones de intervención se enfocaran a la implementación/integración de estrategias que favorezcan y faciliten su aprendizaje.
- No todos los que presentan dificultades escolares tienen dislexia. Ni todos los niños con dislexia presentan las mismas características.
Por ello es imprescindible diferenciar entre otras circunstancias que pudieran estarse presentando, por ejemplo, con el retraso en el aprendizaje o de adquisición del lenguaje.
En preescolar suele confundirse con dislexia, al retraso de adquisición de habilidades lectoescritoras.
Por ello, es muy importante que las personas que rodean al niño (padres, maestros, psicólogo escolar) estén informados y atentos a las cosas que sí hace y cómo las hace para no caer en prontos diagnósticos.
- La evaluación psicodiagnóstica incluye varias pruebas que evalúan diferentes habilidades: inteligencia, atención, lenguaje, psicomotricidad, percepción auditiva, percepción visual, pruebas específicas de lectura y escritura (entre otras) La dislexia no se podrá diagnosticar con una sola prueba.
El adecuado diagnóstico requiere además de la participación activa de los maestros y los padres de familia, quienes compartirán con el especialista elementos importantes de cómo se desarrolla el niño en estos ambientes.
=Para saber más sobre el diagnóstico y características de la dislexia te recomiendo leer: Información, diagnóstico y tratamiento de la dislexia (parte 2)=
Una vez realizada la evaluación y confirmado el diagnóstico, tendremos la información necesaria para poder comenzar a realizar acciones que ayuden a que nuestro hijo a incluir estrategias que le ayuden a aprender, a desarrollarse y a no sentirse con tanta frustración.
Es muy importante mencionar, que para llegar a este punto, es porque hemos estado trabajando conjuntamente con un especialista, los profesores y los padres.
La terapia es parte fundamental en este proceso.
Por favor, por mucho que veas que está avanzando tu hijo ¡no dejen la terapia! Sí, requiere de esfuerzo (de tiempo y económico) pero los beneficios que obtendrá tu hijo al paso de tiempo te confirmará que ha valido la pena.
En el texto de cómo entender a los niños con dislexia, te hablaba sobre los sentimientos que los niños van desarrollando acerca de su autoimagen. De cuando no logran concretar tareas, de ver que los demás son más rápidos e incluso de la percepción que sobre ellos se va generando en casa y escuela.
=Lectura recomendada: Para saber más sobre cómo entender a los niños con dislexia=
Los niños al verse y sentirse en “desventaja” comienzan a sentirse frustrados ya que tienen poca sensación de logro en sus acciones.
Recordemos que la frustración elevada nos lleva al enojo – ira.
La frustración se va agrandando cuando estamos expuestos a periodos largos o frecuentes en los que obtenemos pocos resultados positivos o incluso no obtenemos.
¿Qué podemos hacer en casa?
- Centrarnos en actividades y objetivos específicos.
No tiene caso que para una tarea, se le pidan muchos objetivos a realizar. Centrémonos en que logre uno y sigamos con otro.
- Organicen juntos un horario de actividades, que puedan cumplir realmente. No es conveniente sobresaturarlo de actividades.
Además de los deberes escolares y la terapia, considera actividades recreativas, deportivas y de descanso.
– Es importante que él elija el deporte o la actividad extracurricular de la tarde.
– Considera que antes y después de hacer la tarea tenga tiempos de descanso.
– Tener un horario e incluso un reloj que indiquen los tiempos de inicio y fin de la hora de la tarea le ayudará a saber que solo en ese tiempo se dedicará a ello.
¿Qué hacer en la escuela?
Considerar al profesor como parte integral del tratamiento es de suma importancia, los docentes juegan un papel de apoyo fundamental tanto para el niño como para los padres.
Cuando el profesor está informado y orientado sobre qué acciones realizar, tendrá una actitud proactiva ante el niño, ya que al ser consciente de las dificultades presentadas, de las necesidades requeridas, tendrá una actitud más empática y sensibilizada.
El profesor en clase puede realizar varias acciones como:
*estas estarán enfocadas a las necesidades específicas que requiera el niño.
– Utilizar una letra que le facilite la lectura al niño, con poca decoración, algunas señales de identificación espacial e incluso de mayor tamaño
– Motivar e incentivar al niño en las tareas que realiza
– Si es necesario otorgar más tiempo para terminar una actividad, los exámenes.
– Incluir actividades que sepamos podrá terminar rápido. De esta forma el niño sabrá lo que es ser el primero e incluso apoyar a compañeros que les cueste trabajo esa actividad.
– Ayudarlo a identificar palabras clave en las instrucciones. Marcarlas con color, de esta forma, sabrá de manera concreta que se espera que haga.
– Incluir como estrategia metodológica, mapas conceptuales, esquemas, etc.
– Explicar con claridad y de manera breve las actividades del día. Se puede hacer un cartel con la agenda diaria.
– Promover que antes de comenzar una actividad, el niño reflexione sobre si tiene dudas, si sabe hacerlo, si quiere preguntar, etc.
– Realizar juntas periódicas con padres y terapeutas, para saber de avances y sugerencias que se pueden incluir.
– Tanto el trabajo como los contenidos escolares, se mantendrá igual que el de los compañeros.
– Se promoverá la autonomía en las tareas y actividades escolares. Incluir estrategias de apoyo no es equivalente a “facilitar” el conocimiento. El niño ha de sentirse tan capaz como cualquiera de poder realizar las acciones propias de su edad.
Antes de finalizar quisiera comentarte que es muy importante que tanto los padres como los maestros no se centren en que tiene dislexia o es disléxico.
Considerar y priorizar que estamos hablando de una persona, con mucho potencial y capacidad.
Ayudarlo a impulsar sus talentos, sus habilidades. Identificar sus gustos e intereses y sobre ellos partir a que tenga experiencias en las que destaque, que sean agradables, significativas y divertidas.
=Lectura recomendada: Dislexia, información y tratamiento (1ª parte)=
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