Problemas de lenguaje: detección y canalización (parte 1)
Sabemos que el lenguaje es el vehículo para la adquisición de nuevos conocimientos, pero más allá de esto, el lenguaje equivale a la máxima expresión del pensamiento, ya que las personas tienen la posibilidad de reflejar las relaciones y conexiones de la realidad que van más allá de la percepción.
Siendo el lenguaje una de las formas más complejas de los procesos verbales superiores, requiere una especial observación de los alumnos en el aula.
Identificar un trastorno del lenguaje supone que hemos observado una diferencia respecto a otros niños. Un niño puede presentar durante la adquisición del lenguaje: ausencia, retraso, regresión o pérdida de lo aprendido; por ello, el docente debe estar atento a cualquier signo que presenten los niños durante el ciclo escolar.
En la escuela, sobre todo en los primeros años de la educación, es frecuente encontrar niños con trastornos lingüísticos. Los más perceptibles son aquellos que tienen que ver con la pronunciación de la palabra (defectos articulatorios) y se identifican con la dificultad de pronunciar distintos sonidos. Pueden ser sonidos específicos (como la /r/ o /s/), o bien, se observan muchas distorsiones o sustituciones al hablar, lo que en ocasiones hace ininteligible o poco audible el habla del niño. Además, a veces existen dificultades relacionadas con la estructuración y organización del pensamiento.
Trataremos de proporcionar una pequeña guía de detección sobre estas dificultades de lenguaje, para que el maestro detecte y canalice al niño con un especialista.
Recepción y expresión
En los trastornos de lenguaje se pueden ver afectadas las áreas de articulación (la producción de los fonemas), la semántica (el significado de las palabras) y la sintáctica (la organización de todos los elementos gramaticales del idioma)
Estos trastornos se clasifican en receptivos y expresivos. El primero interfiere en la comprensión del lenguaje:
• Trastorno receptivo: El niño llega a ser incapaz de comprender oraciones habladas o seguir una secuencia de órdenes.
El segundo interfiere con la producción del lenguaje:
• Trastorno expresivo: El niño posee un vocabulario muy limitado y utiliza palabras y frases incorrectas. También puede presentar un lenguaje ininteligible, o bien, su comunicación se realiza por medio de gestos o sonidos indiferenciados.
Dentro de los factores que contribuyen a los trastornos del lenguaje en los niños, es importante tener en cuenta la edad, el nivel de educación, el ambiente cultural, los padecimientos biológicos y si presenta problemáticas emocionales. Esto es indispensable para determinar si una persona tiene o no un trastorno del habla.
si quieres saber más, puedes leer acá y aquí
NOTA
Nota1: Este artículo lo escribí para la revistaCorreo del Maestro.
Se imprimió en la revista Correo del Maestro en abril del 2007. Año ll número 131.
Nota2: Lo transcribo exactamente igual que cuando fue publicado.
Nota3. Se eliminaron las fotos originales. Los cuadros han sido modificados en color y forma, más no en contenido.
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