Dentro de los tipos de praxias podemos encontrar las praxias faciales, que se refiere a la capacidad para realizar de manera voluntaria movimientos o gestos con diversas partes de la cara: labios, ojos, lengua, mejillas, cejas.
Anteriormente hablamos de que las praxias son habilidades motoras adquiridas, es decir, movimientos organizados que se hacen para lograr un objetivo.
=Puedes leer sobre esto en ¿qué son las praxias y para qué sirven?=
En este post, te hablaré de las praxias bucofonatorias y cómo llevarlas a cabo.
Antes que nada, hemos de saber
¿Qué son los órganos bucofonatorios?
Son aquellos órganos que intervienen en el habla (labios, lengua, músculos maseteros (cuando se aprietan los molares), músculos buccinadores (o mejillas)
La lengua y los labios son activos, mientras que el velo del paladar, la mandibula y las fosas nasales son órganos pasivos.
Las praxias bucofaciales buscan la adquisición adecuada de movimientos.
Se requiere de tonicidad, agilidad, movilidad y fuerza como en cualquier otro musculo del cuerpo.
¿Cuáles son los beneficios de las praxias bucofonatorias?
- Lograr una mayor funcionalidad y movilidad de los órganos bucofaciales.
- Control tónico y fuerza lingual,
- Afianzar movilidad, elasticidad y tonicidad lingual,
- Ejercitar presión elasticidad y relajación labial,
- Potenciar movilidad, presión, elasticidad y separación labial,
- Adquirir buen dominio y flexibilidad de la lengua,
- conseguir amplitud mandibular (máxima, media y mínima)
- vivenciar la movilidad e inmovilidad de las mandíbulas
¿Para qué realizar las praxias bucofonatorias?
Para favorecer la tonicidad y movilidad de los órganos que intervienen en la producción de los fonemas.
En la práctica se le conocen a los ejercicios orofaciales como praxias.
Entendidas como una secuencia de movimientos coordinados e intencionados que estimulan los músculos y tono muscular de los órganos vinculados a la correcta emisión y articulación de sonidos.
=Lectura recomendada: Actividades para estimular el lenguaje=
¿Quién ha de realizar las praxias bucofonatorias?
Los bebés desde temprana edad realizan este tipo de movimientos, por ejemplo cuando comienzan a sacar la lengua, vibrar los labios o hacer diferentes sonidos, siendo parte natural del desarrollo.
Están conociendo su cuerpo, experimentan y ejercitan los diferentes movimientos que este puede hacer.
Con el paso de los meses los movimientos se van perfeccionando dando pie a acciones más complejas.
Y en esta complejidad, es cuando podemos ver que algunos niños presentan dificultades en el habla o pronunciación, por ejemplo, tener poca fluidez o bien, al decir algunos fonemas.
=Lectura recomendada adquisición del lenguaje=
Cuando observamos que nuestro hijo está presentando alguna dificultad al expresarse, es conveniente la detección precoz de mano de un especialista quien te indicará las pautas necesarias para ayudarlo.
=Lectura recomendada: Test ¿necesita terapia de lenguaje?=
En este caso, los ejercicios orofaciales suelen ser de mucha ayuda.
La práctica de movimientos coordinados, estimulan los músculos y el tono muscular de los órganos que se relacionan con la emisión y articulación correcta de fonemas.
¿Qué ejercicios puedo hacer?
Para la lengua: sacarla y meterla, hacerla para arriba y abajo, de izquierda a derecha (tocando comisuras), tocar por dentro las mejillas (como empujando), tocar los dientes de arriba y abajo (por dentro y por fuera), lamer los labios: primero el de arriba recorrerlo a ambos lados, luego el de abajo. Lamer los labios con movimiento rotatorio. Hacer ancha y delgada la lengua, ponerla tensa y relajada. Hacer chasquidos, hacerla “taquito”, doblarla entre los dientes.
Para los labios: mandar besos, sonreír con labios juntos, “esconder los labios”, con los dientes superiores morder el labio inferior y con los dientes inferiores morder el labio superior alternadamente, vibrar los labios, hacer las posiciones de las vocales combinándolos: a- o y e-u
Para mejillas: inflar ambas mejillas, inflar alternadamente, aspirar las dos mejillas.
Para mandíbulas: abrir y cerrar la boca alternar en rápido y lento, abrir la boca lento y cerrarla rápido (luego al revés), masticar, mover a ambos lados la mandíbula.
Para el velo paladar: hacer sonido de gárgaras, bostezar, tomar aire por la nariz hacer respiraciones fuertes nasales y bucales, decir /a/.
Para soplo: Apagar velas o cerillos fuerte y rápido, controlar el soplido con la llama de una vela (soplo prolongado y suave), soplar rehiletes o trozos de papel, hacer burbujas de jabón. Empañar un espejo (con la boca y con la nariz, alternadamente)
=visita el tablero de Pinterest con más actividades para hacer=
Para poder ayudarles en casa, realicemos actividades que sean divertidas, que estén contextualizadas con las cosas que hacemos comúnmente, no necesitas grandes materiales.
Pero sí necesitas tiempo, constancia y paciencia.
Puedes incluir además, canciones, rimas, títeres, trabalenguas y juegos con onomatopeyas
=Lectura recomendada: estimulación del lenguaje con onomatopeyas=
Muchas gracias por tu lectura.
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